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Problemas dermatológicos en aves
La piel de las aves es un medio difícil de colonizar por las bacterias, debido entre otras causas por su elevada temperatura y por la secreción producida en la glándula uropigial.
Algunas de las causas que pueden romper el equilibrio de la piel son las siguientes:
– Falta de humedad en el ambiente: en algunas especies, produce sequedad de piel y mal aspecto del plumaje
– Presencia de tóxicos en el ambiente: gases tóxicos (como el humo de tabaco o de vehículos), ambientadores, insecticidas, colonias y desodorantes, etc. puede causar irritación de la piel y hacer que el ave se rasque excesivamente, produciéndose una colonización secundaria de bacterias u hongos.
– Diversas patologías infecciosas (Parasitosis, PBFD, PDD, etc.).
– Diabetes e hipotiroidismo.
– Alergias (alimentarias u ambientales).
– Infecciones secundarias a un estado de inmunosupresión, pero sin lesión previa.
¿Cómo prevenir las infecciones de piel?
– Evitar mantener el ave en ambientes contaminados: no fumar en la misma estancia que ellas, evitar mantenerlas en la cocina mientras cocinamos, no alojarlas en el garaje con coches o en el balcón si vivimos arriba de una concurrida avenida, evitar el uso de ambientadores en su presencia, etc.
– Evitar mantener las aves con el aire acondicionado o la calefacción ya que resecan mucho el ambiente.
– Baños frecuentes.
– En lugares excesivamente secos, colocar humidificadores.
– Si el ave tiene tendencia a la sequedad de piel, rociarla con preparados de aloe vera naturales.
– Ofrecer alimentos ricos en agua, como frutas y verduras frescas.
– Ofrecer alimentos con ácidos grasos (con moderación) para favorecer el estado de la piel y el brillo de las plumas.
– Evitar que el ave se lesione la piel produciéndose heridas. Ante cualquier signo de sequedad, hay que actuar rápidamente.
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