Intoxicaciones en aves

Tóxicos inhalados

Las características anatomicas de las aves las hacen altamente susceptibles a la toxicidad de los gases y humos, especialmente en las especies más pequeñas como periquitos y canarios (de echo estos últimos eran usados en las minas para detectar escapes de gas tóxico).

• Intoxicación por politetrafluoroetilento (teflón ®): se encuentra en las sartenes antiadherentes principalmente. Al calentarse a más de 280 ºC se descompone en gases altamente tóxicos para las aves, entre ellos el fluorinato y otros gases ácidos. Los animales más afectados son aquellos alojados en cocinas (especialmente pequeños pájaros) o en galerías adyacentes. La inhalación del teflón puede causar síntomas diversos, desde disnea, problemas neurológicos (como descoordinación) debilidad, coma e incluso la muerte que en algunos casos puede ser súbita. En necropsia pueden verse edemas, hemorragias pulmonares y focos de necrosis.  Pese a tener muy mal pronostico se puede realizar un tratamiento de urgencias con oxígeno, broncodilatarores, diuréticos, antiinflamatorios y antibióticos de soporte pero muchas aves acaban muriendo. La exposición crónica a estos gases también puede causar lesiones crónicas en pulmones.
• Intoxicación por humo de tabaco: fumar delante de los pájaros es muy perjudicial para ellos. El tabaco no solo es irritante respiratorio sino que también puede causar problemas dermatológicos y oculares. El humo de tabaco está compuesto por monóxido de carbono (altamente tóxico), cianuro y gases tóxicos, produciendo una intoxicación semejante a la del teflón ® pero más a largo plazo. Aparte de irritar mucosas también puede bajar las defensas haciendo al animal susceptible a padecer otras infecciones. El tratamiento es exactamente igual que en el caso anterior.

Aparte de los gases citados, también podemos encontrar otros menos frecuentes como vapores de pinturas y disolventes, velas aromáticas, ambientadores, humo de vehículos, humo de chimeneas, etc. que pueden causar muertes anecdóticas pero no menos graves. En algunos casos, pueden producirse incluso reacciones alérgicas a algunos productos.

Metales pesados

Algunas especies como los loris, tienen una gran tendencia a lamer todas las superficies siendo altamente susceptibles a las intoxicaciones por metales pesados. Las más frecuentes son las producidas por plomo, zinc y en menor medida cobre y mercurio.

• Intoxicación por plomo: mientras que en aves silvestres es frecuente la intoxicación secundaria a perdigones, en aves domésticas la fuente proviene de otros objetos (pesos de pesca, material de manualidades, tuberías, pinturas, etc.). La toxicidad del plomo es la más estudiada debido a sus efectos neurotóxicos y su gran impacto ambiental, especialmente en las aves acuáticas. Al ser ingerido, el plomo pasa a ventrículo donde gracias al ácido gástrico una pequeña parte se disuelve y es absorbida por el animal pasando al resto de órganos.  El plomo se distribuye en el esqueleto (85-90%) y en otros órganos como hígado, riñón, sistema muscular y cerebro. El  plomo al igual que el calcio, es movilizado desde el esqueleto bajo respuesta hormonal causando daños en la sangre como la inhibición de la síntesis del grupo hemo, alteraciones en la forma de los precursores de los glóbulos rojos y efectos nocivos sobre los glóbulos rojos ya circulantes. Una ingestión masiva de plomo puede incluso causar muerte súbita sin síntomas previos.

• Intoxicación por zinc: se produce principalmente por el acceso de las aves a metal galvanizado (como la malla de elaboración casera de jaulas frecuentemente usada) y monedas. Aunque muchas jaulas y juguetes de baja calidad están elaboradas a partir de latón (aleación de cobre y zinc) también son la causa de intoxicaciones por este metal. El zinc es un elemento esencial en el metabolismo del ave pero su exceso puede producir alteraciones en la función del páncreas exocrino. Causa efectos a nivel digestivo, reproductivo (disminución de la puesta de huevos), mudas anormales y anemias hemolíticas (estudiado en amazonas ventralis por Litte y Smith en 1998)
• Cobre: este metal en su uso doméstico se encuentra en cables, utensilios de cocina, material para soldar y algunas monedas. El cobre se absorbe y se acumula en hígado, y un exceso del mismo hace que se libere masivamente a la sangre causando  hemolisis severa y por consiguiente una anemia muy grave.
• Mercurio: su intoxicación es muy infrecuente. Las aves mascota lo pueden obtener de baterías de coche, pinturas y algunos componentes eléctricos. Aunque parezca mentira el mercurio de los termómetros al estar en su forma elemental es inocuo para las aves ya que apenas se absorbe en el intestino. Por el contrario el mercurio orgánico es muy peligros causando necrosis renal, infertilidad y alteraciones neurológicas. La hematuria (sangre en los uratos) es el síntoma más evidente.

Tanto las intoxicaciones por los tres primeros metales vistos, pueden cursar con síntomas muy inespecíficos como letargo, anorexia y perdida de peso, parálisis, poliuria (exceso de orina en heces), polidipsia (aves que beben más de lo normal), regurgitaciones, diarreas, ataxia, temblores y convulsiones, anemia y hematuria. El cuadro clínico siempre dependerá de la cantidad de tóxico ingerido, del tipo de fuente, del tiempo transcurrido y del estado/metabolismo del animal en particular. Cuando el veterinario pregunte no hay que omitir ningún detalle ya que la historia es muy importante ya que estos metales no tienen ninguna prueba especifica para detectarlos. Es importante hacer radiografías ya que en ocasiones el metal se ha liberado de un cuerpo extraño que se encuentra dentro del loro. También se pueden medir las concentraciones sanguíneas de los metales, pero deberemos saber que es lo que estamos buscando para pedir la prueba específica al laboratorio.

El tratamiento en estos casos suele ser sintomático, hidratar bien al animal e intentar eliminar la fuente metálica si se visualiza (cirugía o endoscopia). También se usan lubricantes intestinales como el aceite de parafina y quelantes sanguíneos. En el caso del mercurio hay un antídoto específico.

Intoxicación por plantas

Este tipo de toxicosis es poco frecuente, tal vez por el rápido transito grastrointestinal como sugieren algunos autores. La toxicidad de las plantas es difícil de predecir ya que depende mucho de la especie aviar, estado físico, tamaño, cantidad ingerida, variedad de planta, parte ingerida, etc. hay diversos estudios de toxicidad realizados en periquitos que demuestran la toxicidad de algunas plantas. Nosotros las clasificaremos según el efecto que tienen sobre las aves:

–          Cardiotoxicas: adelfa (Nerium oleander) tanto hojas como flores, todas las variedades de tejo, digital (digitalis purpurea), diversas especies de kalanchoe, diversas especies de kalmia, muguet (convallaria majalis)

–          Toxicas renales: hojas de ruibardo (rheum spp)

–          Toxicas hepáticas: cicaditifins (cycad spp)

–          Toxicas multisistémicas: ricino (ricinus communis) y cólquico (colchicum autumnlae)

–          Plantas con cristales de oxalato cálcico insoluble (pueden causar irritaciones orales, regurgitaciones dolor digestivo y anorexia, pero tienen buen tratamiento): lirio de agua (Z. aethiopica), spathiphylum spp., monstera spp, colocasia spp, etc.

En un estudio realizado en periquitos ondulados solo se demostró toxicidad en 6 de las 19 plantas consideradas toxicas probadas, entre ellas el tejo, la adelfa, la enredadera clematis, el aguacate (variedad persea americana), la acacia blanca y la enredadera silvestre.

Ante la duda, no permitiremos que nuestra ave picotee una planta ornamental de la que no estamos seguros y solo ambientaremos nuestras jaulas y aviarios con ramas, hojas y plantas consideradas seguras.

Intoxicación por pesticidas y otras sustancias tóxicas

Está toxicosis se da frecuentemente por alimentos frescos (como fruta y verdura) mal lavados aunque también puede producirse por contacto de las aves con insecticidas caseros e incluso antiparasitarios externos  avícolas mal empleados. Los efectos de los plaguicidas están muy bien estudiados debido al gran impacto medioambiental que tienen en aves de presa. Los plaguicidas pueden ser ingeridos o absorbidos a través de la piel.

• Intoxicación por organofosforados y organoclorados (plaguicidas de exterior): se hacen unas pruebas especificas para determinar el tóxico. Sospecharemos en caso de sacar al ave al exterior, de tenerla alojada cerca de campos de cultivo o tras darle fruta y verdura (aun habiéndola lavado). Es muy importante acudir al veterinario de urgencias en caso de ver anomalías en el ave y el tratamiento de soporte es vital y casi lo único que podemos hacer. Según el pesticida sospechado hay algún fármaco más específico.
• Intoxicación por mataratas: hay muchos tipos de rodenticida y habitualmente son una intoxicación más casera, ya que su uso es más bien doméstico. En ese caso si se tienen raticidas en casa, hay que llevar el envase al veterinario.

o   Anticoagulantes: suelen afectar menos a las aves que a los mamíferos por su fisiología de la coagulación. Se trata con vitamina K y se debe hacer un buen seguimiento para evitar las hemorragias internas.

o   Hipercalcémicos: las aves pueden verse afectadas por los aumentos de calcio mostrando síntomas cardiacos, renales e incluso la muerte. Su tratamiento es muy especifico y se basa en evitar la fijación del exceso de calcio y favorecer su eliminación.

o   Fosfuro de zinc (típico de aves en exterior): es típico de aves silvestres o en semilibertad. Causa síntomas digestivos, cianoisis (mucosas azuladas), coma y muerte. Hay que evitar que el tóxico se absorba y no tiene tratamiento especifico.

o   Brometalina: causa edemas cerebrales. Sin tratamiento especifico, solo podemos evitar su absorción.

Intoxicación por medicamentos

La causa más frecuente en aves es la incorrecta dosificación o pauta de los medicamentos. El pauta a seguir depende de muchos parámetros como la especie, edad, sexo, estado general, metabolismo del fármaco en cuestión, excipientes, etc.

Realizaremos una lista de los posibles efectos adversos de fármacos comúnmente empleados en casa. Entre paréntesis los nombres comerciales más conocidos, pero no están todos. Solo dar fármacos a las aves bajo prescripción veterinaria:

• Antiparasitarios:

o   Ivermectina (ivomec ®, noromectin ®) : este antiparasitario diluido en propilenglicol e inyectado IM en pequeñas aves como periquitos, diamantes, canarios, etc. puede producir depresión severa, anorexia e incluso la muerte.

o   Levamisol (ripercol palomas ®, zertivermol-L ®): puede darnos cuadros de necrosis en el lugar de inoculación, toxicidad hepática, signos neurológicos (ataxia, descoordinación, etc.),disnea y la muerte.

o   Praziquantel (dronzit ®): su administración parenteral en pequeños exóticos causa la muerte.

o   Fenbendazol (panacur ®): en aves jóvenes, especialmente exóticos, canarios, columbiformes y codornices puede causar signos neurológicos seguidos de muerte.

o   Diazinon (órganofosforado presente en collares antiparasitarios como Kawu ® y Prevender ®): puede causar debilidad, temblores y muertes si se administra oral o contaminando alimento.

• Antibióticos:

o   Aminoglucósidos: si se emplea en aves deshidratadas o en dosis demasiado alta, podemos tener toxicidad renal y bloqueos neuromusculares (paralisis).

o   Cefalosporinas (cefa-cure ®, rilexine ®, kurgan ®, convenia ®): puede ser hepatotoxica y nefrotóxica en aves jóvenes y en dosis excesivas.

o   Macrólidos (stomorgyl ®): puede dar cuadros de diarreas. La carolina es sensible a dosis elevadas, pudiendo tener cuadros anafilácticos (de alergia).

o   Nitrofurazona: riesgo de ataxia, convulsiones y muerte en su empleo

o   Sulfamida (septrim ®, tabernil-sulfa ®, sulfadim ®) : totalmente contraindicada en aves deshidratadas o con problemas renales (descartar con analítica). Causa alteraciones renales, hemorragias internas. Frecuentemente puede dar alergias.

o   Tetraciclinas: si se inyectan se puede necrosar el punto de inyección causando mucho dolor.

o   Quinolonas (alsir ®, baytril ®, marbocyl ®, orbax ®) : problemas de crecimiento en aves jóvenes por erosión del cartílago articular, a dosis altas también puede causar síntomas respiratorios (disnea) y temblores.

o   Doxiciclina jarabe (vibravet ®, vibracina ®): puede causar vómitos, especialmente en pollos de guacamayo.

o   Cloramfenicol (tabernil cloramfenicol ®), penicilina (clamoxyl ®, augmentine ®, synulox ®, gobemicina ®) tetraciclinas (doxiclat ®, vibracina ®, vibravenosa ®, vibravet ®), antibióticos con sulfatos: si se administran durante la época reproductiva pueden dar malformaciones de embriones.

• Antifúngicos

o   Anfotericina B (anfotericina B combino pharm ®): muchos efectos adversos (desde vómitos hasta toxicidad renal y hepática)

o   Flucitosina(ancotil ®): depresión de la médula ósea y alteraciones de las plumas en aves jóvenes

o   Ketoconazol (panfungol ®): anteraciones hepáticas y digestivas

o   Itraconazol (itrafungol ®, canadiol ®): los yacos son muy sensibles a este fármaco pudiéndoles causar la muerte.

• Otros

o   Flunixin meglubine (antiinflamatorio; finadyne ®): si se abusa de su uso causa regurgitaciones

o   Calcio (suplemento dietético): los suplementos cálcicos pueden causar en aves jóvenes gota visceral, necrosis, mal funcionamiento de la glándula paratiroidea y problemas de crecimiento, entre ellos retraso.

o   Levotiroxima (hormona tiroidea; eutriox ®): en amazonas y periquitos pude haber alteraciones del comportamiento.

o   Medroxiprogesterona (progestageni; depo progervera ®): obesidad, letargia, problemas de hígado.

o   Acetilcisteina (flumil ®): si se nebuliza puede dar problemas anafilácticos

o   Fenobarbital (luminal ®): puede causar hiperexcitación o depresión severa si se administra en agua.

o   Vitamina A (suplemento dietético): su suplementación en exceso en aves jóvenes puede causar osteodistrofia (alteraciones de los huesos), hipertrofia de la glandula paratiroidea (exceso de desarrollo) y en animales adultos problemas de piel.

o   Vitamina D (suplemento dietético): su suplementacion en exceso causa calcificaciones de órganos y músculos. Los pichones de guacamayo son especialmente sensibles.

Intoxicaciones por alimentos

Hay muchos alimentos que pueden perjudicar a nuestras aves. Algunos son potencialmente tóxicos mientras que otros pueden causar problemas en ocasiones o a medio-largo plazo.

• Aguacate (persea americana): esta variedad de aguacate ha demostrado ser tóxica en periquitos, canarios y yacos. El animal empieza unas 12 horas posteriormente a su ingesta a mostrar síntomas como problemas respiratorios, acumulo de líquidos en tejidos corporales, congestión y problemas cardiacos. Si se tiene constancia de que un ave ha comido aguacate, lo ideal es hacerle un lavado gastrointestinal para evitar que lo absorba ya que la muerte no se produce hasta el día siguiente. Pero lo mejor es evitar ofrecérselo a ninguna especie para curarnos en salud.
• Ajo y cebolla: hay muy pocos casos descritos en aves a diferencia de mamíferos domésticos. En los casos de intoxicación se produce anemia y otras alteraciones sanguíneas con debilidad, letárgica, palidez de mucosas, coma y muerte. Tiene un pronostico grave. Evitaremos dar en exceso estas verduras, aunque su dosis tóxica no ha sido establecida en aves.
• Chocolate: contiene metilxantinas que actúan de forma desconocida en el organismio del ave. Como síntomas puede dar hiperexcitacion, diarreas, arritmias convulsiones y muerte. La muerte se da en todos los casos de ingesta.
• Alimentos salados: cursan con exceso de sed, exceso de orina eliminada, alteraciones neurológicas seguidas de muerte si la ingesta es muy elevada.
• Otros alimentos peligrosos: bebidas alcohólicas, refrescos, conservas y embutidos, productos lácteos no procesados, café.

• Alimentos contaminados por micotoxinas: las micotoxinas están producidas por hongos y contaminan algunos alimentos como las semillas, los frutos secos y las verduras y frutas frescas. Las toxinas pueden permanecer en el alimento aunque el hongo haya sido eliminado. Hay muchos tipos de micotoxinas, pero la mayoría son solubles en agua, por lo que lavando los alimentos ya se destruyen. Otras son sensibles al calor. Las micotoxinas son indetectables al olfato, color o aspecto del alimento ya que no lo alteran. Los efectos de las micotoxinas en las aves son muy variables y dependen de la cantidad de micotoxina ingerida y el tiempo que se lleva ingiriendo. Pueden causar desde síntomas agudos de intoxicación, hasta insuficiencias hepáticas o neoplasias a largo plazo. Para evitarlas, se compraran los alimentos siempre envasados (evitar las semillas a granel), se conservaran bien cerradas en lugares frescos y secos y los alimentos secos se lavaran bien antes de ofrecerlos.

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4 Comments

1. vanessa

   28 marzo, 2014 at 11:41

   Buena aportación, muy completa.
2. elisa

   17 octubre, 2014 at 6:38

   Me encantan tus publicaciones Anna! Soy veterinaria y trabajando en avicultura desde este año como docente, cada vez más me apasiona el tema.
   Gracias por la divulgación

   Saludos desde Uruguay
3. henry hernandez hernandez

   26 junio, 2015 at 21:57

   Muy interesante y muy completo Muchas gracias por la ayuda que nos da.
4. henry hernandez hernandez

   26 junio, 2015 at 21:58

   Gracias por el comentario..muy detallado.

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