Alergia al pelo del conejo

By on 5 febrero, 2015
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Mucha gente por desgracia sufre alergia al pelo de los animales y el pelo de conejo no es una excepción. Es sabido que la solución definitiva para las alergias es alejarse del elemento que la está ocasionando. Pero en el caso de las mascotas, con las cuales hay un vínculo no es una decisión sencilla de tomar. Para suerte de los alérgicos al pelo de las mascotas, hoy día sabemos que con algunos trucos se puede reducir el grado de alergia y así poder convivir con nuestra mascota con la mínima incomodidad.

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Pero antes de nada… ¿qué es una alergia?

Explicado de una manera breve, se trata de una respuesta exagerada de nuestro sistema inmunitario frente a un agente que en condiciones normales no produce ninguna reacción. Existen alergias a múltiples elementos, entre ellos alimentos, plantas, polen, ácaros y animales. Sin embargo hoy sabemos que muchas alergias a los animales no está producida por el pelo en sí, sino por las proteínas presentes en la saliva de los animales que son depositadas en el pelo cuando se acicalan. Nosotros introducimos estas partículas en nuestro cuerpo mediante contacto directo o inhalación. Entonces nuestro cuerpo desarrolla su respuesta de defensa frente a dichas proteínas, produciéndose rinitis, lagrimeo de los ojos o picores.

Si sospechamos de alergia a nuestra mascota deberemos acudir al médico a que nos haga las pruebas pertinentes. Diferenciaremos también la alergia al animal en sí y la alergia al heno y polvo relacionado con la jaula y los complementos del conejo. Mucha gente tiene alergia al polvo producido por el heno y atribuye su problema al conejo.

¿Qué puedo hacer si mi conejo me da alergia?

Ante todo, dejar la idea de regalarlo en último lugar, excepto si la alergia es muy fuerte y puede suponer un riesgo para la vida de su propietario o algún miembro de la familia.

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Podemos seguir estos sencillos trucos para minimizar nuestra respuesta alérgica al conejo:

Minimiza el contacto directo con el animal: evita al máximo tocarlo y si lo tocas, lávate bien las manos y evita tocarte la cara o los ojos. De esa manera reducirás al máximo la respuesta de tu cuerpo ante el alérgeno. Evita limpiar la jaula, aunque si no te queda otro remedio usa mascarilla y ponte una bata para protegerte.

Evita que el conejo se desplace por toda la vivienda: cuando más restringido esté, menos repartirá sus proteínas. Esto no justifica para nada tener siempre al conejo encerrado en la jaula. Pero si podemos limitar su movimiento a una habitación, jardín o patio. Evita que el conejo entre en tú dormitorio.

Limpieza e higiene exhaustivas: aspira todos los días, evita que el conejo entre en contacto con el sofá, la cama, alfombras o cortinas o de lo contrario, límpialas con bastante frecuencia. No permitas que se acumule polvo en ningún rincón de la casa. Guarda el heno en un lugar apartado, como el garaje.

Invierte en un purificador de aire: Estos aparatos, aunque son caros son muy útiles ya que limpian el aire de impurezas, por lo tanto nos llegarán menos partículas alergénicas.

– Existen en el mercado productos para reducir el grado de alergia que producen los animales. En forma de sprays o champús, lo que hacen es neutralizar las proteínas que producen las alergias. Deben usarse de forma frecuente y resultan bastante efectivos.

Consulta con tu médico el uso de productos contra la alergia, como antihistaminicos, sprays nasales a base de esteroides e incluso autovacunas.

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Siguiendo estos sencillos trucos, la alergia no supone un impedimento para que nuestro conejo mascota siga formando parte de la familia.

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