Consejos para la compra de un loro

By on 24 abril, 2013
Guacamayos en percha
Pareja de guacamayos

Pareja de guacamayos

La compra de un loro o de cualquier otro tipo de mascota es una decisión que debería ser muy meditada, ya que estamos poniendo en nuestras manos un ser vivo que dependerá totalmente de nosotros para sobrevivir y tener una vida digna. La especie de psitácido que queramos poner en nuestra vida también debe ser una decisión meditada, puesto que no todos los loros necesitan los mismos cuidados y no todas las especies se adaptan a todos los ritmos de vida.

Hay algunas cosas importantes que deberíamos plantearnos:

Dinero

Lo primero que  deberíamos  preguntarnos es: ¿cuál es nuestro presupuesto? Hay que ser honesto con uno mismo y no intentar buscar las gangas ya que muchas veces saldremos escaldados. Nadie da duros a pesetas y un loro de mediano o gran porte es un animal relativamente caro.

Existe un psitácido para cada bolsillo, ya que con 10 euros podemos adquirir un simpático y colorido periquito ondulado al que podremos enseñar muchos trucos o incluso a hablar, por 50-60 euros podemos adquirir psitácidos medianos como las carolinas, los agapornis… y después de un amplio abanico llegamos a los más de 2.000 euros o incluso 18.000 euros que pueden llegar a valer algunas especies de cacatúas o guacamayos.

Hay que analizar las posibilidades económicas con mucho detalle, ya que no sólo implica la compra del loro, sino de su jaula (su precio va bastante relacionado con el tamaño del animal), los accesorios, la alimentación (un loro no es caro de alimentar, pero se debe considerar dentro de los gastos mensuales) y los posibles gastos veterinarios que pueda ocasionar, ya que como todo ser vivo puede ponerse enfermo y precisar de ayuda.

Para ello, se debe reservar unos fondos para las emergencias ya que nunca sabremos cuándo nos pueden hacer falta. Por lo tanto, consideremos el dinero del que disponemos para el animal y todos los gastos que derivan de él y no a lo contrario. Si no se dispone del presupuesto para la especie deseada se puede prescindir de ella sin graves daños físicos y morales.

Teniendo en cuenta todos esos aspectos, hemos analizado cuánto cuesta un loro en otro artículo que recomendamos.

Espacio

Agapornis en su jaula

Agapornis en su jaula

No es lo mismo vivir en un piso de 50 m2, en un terreno de dos hectáreas, en una comunidad de vecinos en una ciudad o en medio del campo. La especie se debe adecuar al espacio que disponemos y no pretender alojar un guacamayo en un piso pequeño con vecinos a todos los lados (ya que se trata de un pájaro activo, grande y ruidoso) sino en su lugar adquirir una especie más manejable y discreta como un yaco o un poicephalus.

Cuando consideremos esto, habrá que valorar el espacio del que disponemos en la casa, del espacio que disponemos para la jaula y del ruido que estamos dispuestos a tolerar tanto nosotros como nuestros vecinos. Hay que tener en cuenta que algunas especies como las rosellas no son adecuadas para jaulas sino que tienen que vivir alojadas en aviarios. Del espacio también depende el número de pájaros que tendremos.

Tiempo

Todos los psitácidos requieren tiempo para ser atendidos, ya que son animales sociables que no gustan de estar solos. Si se dispone de poquísimo tiempo al día lo mejor es tener los psitácidos en pareja o grupo, según presupuesto y espacio. Si lo que se desea es un único loro, hay que tener en cuenta de que no puede estar la mayor parte del día solo sin caer en aburrimiento y frustración. En ese caso lo ideal es elegir una mascota menos dependiente como un hámster.

Dentro de los loros, los más exigentes cuanto a atenciones son los cacatuidos, llegando a ser excesivamente dependientes. Aparte del tiempo a dedicar haciendo compañía al loro también debemos pensar en el tiempo dedicado a sus cuidados. No es lo mismo limpiar la jaula de un agapornis que la de un guacamayo. Y no es lo mismo un loris que precisa una dieta especial y más laboriosa de preparar que una carolina que es más sencilla de alimentar.

El núcleo familiar

Antes de traer un nuevo animal a casa se debe tener el consentimiento de toda la familia, ya que ellos también deberán compartir techo y en algunos casos cuidar a la nueva mascota. Si se tienen niños pequeños en casa, hay que adquirir una especie que no pueda suponer un peligro para ellos y siempre educarlos para que sepan que un loro no es un juguete.

Se ha de ser siempre consciente de que el responsable del animal será un adulto con solvencia económica para afrontar todos sus gastos. No es nada adecuado regalar animales a los niños y declinar toda responsabilidad. Si no se tienen hijos y se adquiere un animal de compañía debe tenerse en cuenta futuros posibles aumentos de familia y cómo repercutirían sobre el animal. Muchos loros salen de sus casas ante la llegada de bebés por una mala planificación en su adquisición o por una compra no meditada. Hay que tener en cuenta que un loro sano no conlleva ningún tipo de peligro para un embarazo.

Las vacaciones

Tenga en cuenta que deberá buscar un lugar donde dejar su mascota en caso de planificar vacaciones.

El ruido

Ningún loro es mudo y se debe estar mentalizado de que en algún momento del día chillará. Ha de ser consecuente con el nivel de sonido que está dispuesto a tolerar, tanto usted como su familia y sus vecinos. Los guacamayos y algunos amazonas pueden llegar a ser muy ruidosos mientras que los yacos y los you you son relativamente más discretos.

La experiencia personal

Si nunca ha tenido un loro se debe evitar adquirir especies que requieren experiencia en manejo, como loros excesivamente temperamentales o muy grandes. La educación de un psitácido es fundamental para una correcta convivencia. Antes de tener cualquier especie de loro, uno se debe empapar de información, debe leer muchos sobre la especie en cuestión que desea, no dejarse llevar por modas o mitos y sobre todo leer mucho, el saber nunca ocupa lugar.

¿Comprar un pichón de loro?

A no ser que se tenga en casa más loros adultos de su misma especie y no sean criados por el mismo propietario, NO se deberá nunca adquirir un pichón de loro que no esté totalmente emancipado. Hay razones para no adquirir un pichón de loros hasta que no coma por sí solo que se analizarán en un artículo específico. No hay que dejarse llevar por los bulos como que te va a querer más si lo crías en casa o se adaptan mejor a la familia. Son simplemente un reclamo publicitario engañoso para dar salida a un producto de bajo coste para el criador, como es un pichón recién sacado del nido.

Es un mito muy extendido, que trataremos próximamente.

Un loro nunca debe ser un capricho pasajero.

Es un animal con unas grandes necesidades que puede vivir más de 60 años… por lo tanto, hay que pensarlo bien.

 
Artículo basado en experiencias personales.
Las imágenes son obtenidas de Flickr y cada una pertenece a su autor.
http://www.flickr.com/photos/jtrend/4143278479/
http://www.flickr.com/photos/pbekesi/883609898/

Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin el consentimiento de su autor.

2 Comments

  1. raul

    3 abril, 2014 at 2:47

    Mirad y a ver si os ayuda a decidiros por un guacamayo
    Ver «Blue y kitty, Novios!!» en YouTube – Blue y kitty, Novios!!: http://youtu.be/3PEAYuQaDVc

  2. raul

    3 abril, 2014 at 2:48

    Ver «Blue y kitty, Novios!!» en YouTube – Blue y kitty, Novios!!: http://youtu.be/3PEAYuQaDVc

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