- El zorro rojo como mascota
- Poliuria y polidipsia en hurones
- Guia para sexar periquitos
- Dudas más frecuentes en tortugas de agua
- Las aves de canto
- Antiparasitarios en animales exóticos
- Alteraciones vitaminicas en rapaces
- Manejo veterinario de una nurseria de aves rapaces
- Cosas que no debes hacer delante de tu loro
- Cuidados del sapo vientre de fuego (Bombina orientalis)
Peritonitis por yema de huevo en aves de jaula
La peritonitis por yema de huevo es una condición relativamente frecuente en hembras reproductoras y una de las principales causas de distensión abdominal. A pesar de que el material de la yema puede ser reabsorbido por el cuerpo tras un leve proceso inflamatorio, puede constituir también un caldo de cultivo para bacterias dando un cuadro de peritonitis secundaria con crecimiento bacteriano. Esto puede derivar en una ascitis y un compromiso de los órganos abdominales.
La peritonitis por yema de huevo suele diagnosticarse por necropsia, ya que habitualmente pasa desapercibido por los criadores. Suele afectar aves de criaderos, especialmente especies pequeñas que no son habitualmente manipuladas y la sintomatología que ocasiona es inespecífica y muchas veces acaba en una muerte súbita del ave. En la necrospia podemos observar desde signos leves (presencia de material amarillento entre los órganos abdominales) hasta una ascitis extensa, con liquido serosanguinolento y alteración de las vísceras por la sepsis.
La peritonitis por yema de huevo empieza con una expulsión de un óvulo a la cavidad celómica, en dirección contraria al oviducto. Esto puede deberse también a la rotura de un huevo en el oviducto junto a un peristaltismo inverso. Posteriormente hay contaminación bacteriana y peritonitis. Estas bacterias suelen proceder del mismo oviducto, y normalmente es E.Coli la que está implicada, aunque no puede descartarse infección por salmonella o por otras bacterias como la Pasteurella. Es interesante realizar un cultivo del liquido.
Esta patología también es sumamente frecuente en gallinas ponedoras. Suele estar asociado a un exceso de folículos, ovulaciones erráticas y suele ir acompañado de huevos con doble yema y prolapsos de oviducto. Se cree que hay un componente genético en ello aunque puede evitarse limitando la estimulación lumínica de las aves jóvenes y bajas de peso y no teniendo a las aves excesivamente gordas cuando son adultas.
Los signos clínicos suelen ser la muerte súbita de las aves. En casos iniciales o crónicos podemos observar pérdida de peso, embolamiento, heces amarillentas, abdomen blando al tacto e hinchado, presencia de ascitis. Comparte muchos síntomas con la retención de huevos, por lo tanto es conveniente realizar una radiografía al ave afectada.
La historia clínica también es importante. Deben ser hembras, con comportamiento de anidación en época de cría. Aunque la ascitis no está presente en el 100% de los casos, suele ser un síntoma muy típico y que nos puede dar muchas pistas al poderse cultivar. El líquido puede ser inflamatorio o no y puede haber sepsis o no. Esto puede evidenciarse en una citología del mismo, donde podemos observar células de grasa, heterófilos, macrófagos, linfocitos con o sin bacterias. Esto nos puede dar una idea del tipo de cuadro que sufre el ave.
El tratamiento depende de la gravedad del caso e incluye tratamiento antibiótico, antiinflamatorios, drenaje del liquido abdominal y cirugía en los casos más extremos. En algunos casos, la eliminación del oviducto está indicado también.
You must be logged in to post a comment Login