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Reptiles para principiantes: 6 consejos a tener en cuenta
By Diego García on 23 agosto, 2013
La tenencia de un reptil poco tiene a ver con otras mascotas más convencionales, como un gato o un periquito. Los reptiles son animales exóticos, con cuidados muy específicos y que requieren en general experiencia para según qué especies.
Si nunca has tenido un reptil y te gustaría adquirir uno, léete estos consejos para principiantes:
- Elige un reptil cuyo mantenimiento sea poco costoso. La especie más manejable es la pogona o dragón barbudo, ya que su dieta es omnívora y sus requisitos de temperatura y humedad no son muy estrictos. Otra buena elección es el gecko leopardo.
- Evita las especies muy exóticas, raras o los reptiles de tamaño muy pequeño. El mantenimiento y alimentación de un camaleón o una boa esmeralda son bastante costosos y dificultosos para alguien sin experiencia, ya que precisan terrarios especiales, condiciones de humedad/temperatura estrictos, rutinas muy especificas y mucha más inversión de dinero y tiempo.
- Excepto algunas serpientes, la mayoría de reptiles debe comer todos los días. Tenga en cuenta que eso implica sacrificio.
- La higiene del terrario es fundamental. Sin higiene, hay superpoblación bacteriana que pondrá enferma a nuestra mascota pudiendo incluso llegar a morir. La zona donde el reptil se alimenta y la fuente de agua deben estar siempre impecables. El resto del terrario puede limpiarse 1 o 2 veces por semana.
- Temperatura, humedad e iluminación: los reptiles mantenidos en cautividad deben tener estos parámetros muy controlados. Cada especie tiene sus rangos, con lo cual deberemos informarnos bien de cuál es la temperatura y humedad óptimos para la especie que deseamos mantener.
- Nunca permitas que tu reptil tenga acceso al exterior; el riesgo de fugas es altísimo. Los reptiles no son entrenables como los perros u otras mascotas a acudir a la llamada. Un reptil fugado es un reptil muerto o puede llegar a convertirse en un peligro para la naturaleza.
- Nunca cojas un reptil por la cola. La cola es una parte sensible y en algunas especies se desprende en defensa propia.
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