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Zoonosis transmitidas por reptiles
Una zoonosis es una enfermedad que se puede transmitir de los animales a los seres humanos.
La mayoría de los animales, pueden padecer enfermedades transmisibles a las personas. Y los reptiles no son ninguna excepción. Los reptiles pueden portar bacterias, hongos y parásitos que pueden transmitirse a las personas, especialmente a los grupos sensibles como los niños, ancianos y enfermos de cáncer, entre otros.
Zoonosis transmitidas por parte de reptiles
Estas son las enfermedades más frecuentes que puede transmitirnos un reptil mantenido como mascota:
– Salmonelosis (especialmente en tortugas, pero también afecta a serpientes y lagartos). Causa diarreas que pueden ser graves.
– Campilobacteriosis (torgugas). Causa diarreas en niños.
– Mycobacteriosis (todos los reptiles). Causa una infección respiratoria muy grave en humanos.
– Fiebre Q (en reptiles capturados). Es una enfermedad muy rara.
– Micosis (todos los reptiles). Hay diversos hongos causantes de micosis en humanos transmitidas por reptiles. Es muy raro que un reptil transmita un hongo a una persona.
– Criptosporidiosis (serpientes). Causa diarreas solo en personas inmunosuprimidas.
Pese a no ser zoonosis, los envenenamientos por mordeduras de reptiles venenosos también son considerados dentro de los riesgos. Todas las mordeduras de reptiles venenosos tienen un elevado riesgo de muerte y deben ser tratadas con urgencia por personal sanitario.
¿Cómo prevenir las zoonosis?
– Lavarse bien las manos después de manipular un reptil o su terrario. Especialmente cuando estamos llevando a cabo labores de limpieza.
– En caso de ser una persona de riesgo, usar guantes y mascarilla.
– Lavar y desinfectar de forma frecuente el terrario y los accesorios.
– Evitar al máximo que los niños tengan contacto con los reptiles. Impedir que se los metan en la boca y fomentar hábitos de higiene como que se laven bien las manos.
– Aunque suene un poco extraño, no hay que besar o lamer ningún reptil.
– No comer ni beber mientras se maneja un reptil
– No alojar los reptiles en la comida ni cerca de alimentos o fuentes de agua potable. También hay que evitar que el reptil entre en contacto con el alimento de nuestras otras mascotas.
– Acudir al médico en caso de mordedura causada por cualquier reptil. Vigilar los arañazos y otras lesiones causadas por ellos.
– Hacer revisiones veterinarias periódicas a los reptiles. Es la máxima garantía para conocer el estado de su salud. Cuanto más sanos, menos riesgo.
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